Soy una veleta.
Siempre me quejo de la abusiva (y más que obvia) publicidad que se hace de ciertos productos en series y películas: planos de la marcas de coches que no vienen a cuento; botes de Cola Cao estratégicamente colocados, móviles de última generación que se muestran con descaro...
Ohh, pero cuando son libros, me derrito de gusto.
Nashville, capítulo 15 de la primera temporada. Maddie, hija de una de las protagonistas, lee Divergente en la cama. Y yo encantada.
Ya os lo he dicho, soy un
Buenas noches.
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