Faery de Érika Gael

Una de mis sensaciones favoritas al leer se produce cuando coges un libro, de esos que coges sólo por leer algo, sin especial interés, y resulta dejarte un buen sabor de boca. Y eso es exactamente lo que me ha ocurrido con Faery de Érika Gael.

Este libro llegó a mis manos gracias a la estupenda iniciativa de Ifigenia y Leara y su Blog BookTour (¡¡gracias chicas!!), blog que, aprovecho la situación, para aconsejaros.

El libro me ha gustado bastante (tendrá que ver que se haya publicado el día de mi cumpleaños…). No es que se haya convertido en mi libro de cabecera, pero es uno de esos libros de transición que son muy agradables de leer, sin complicaciones, rápido (aunque no coro) y entretenido.

El mundo de las hadas es apasionante. Sobre todo, visto desde la perspectiva de Xesa, una de las hijas del Agua: saltos en el tiempo, fiestas cada noche, vestidos, cócteles y magia con la que divertirse. Hasta que un castigo, impuesto por el Consejo Druida, sitúa a Xesa en las deliciosas garras del enemigo.

A diferencia del de las hadas, el mundo de los dioses es un rollo. Sobre todo si tu raza te margina, tu madre te ignora, y la mujer más excitante que conociste en tu vida se burló de ti. Ése es el aciago destino de Lugh, el dios celta del Sol. O lo era, porque es precisamente el destino quien pone en sus manos la oportunidad perfecta para hacer pagar a esa chispeante criatura por todas sus jugarretas.

Siglo I a.C. Conquista romana de la Península Ibérica. Los testarudos vecinos de un poblado astur buscan la forma de resistir el ataque del Imperio. Quizá sean unos brutos, pero ni siquiera a ellos se les habría ocurrido la descabellada idea de confiar sus vidas a una alocada, seductora y traviesa hada subacuática, y a un solitario, amargado y resentido dios solar.

¿Qué idiota se enamoraría con semejante panorama?

Sinopsis sacada de la página oficial de Erika Gael

El libro cuenta la historia de amor/odio/sexo de Xesa y Lugh y está ambientado un mundo de dioses y criaturas mitológicas.

Xesa, un hada un poco golfa (¡sí, he dicho golfa! Y sí, ya sé que esa palabra sólo la usan las abuelas), resulta intensamente insufrible y encantadora a la vez. Es egoísta, inmadura, orgullosa y superficial, pero también divertida, preciosa, agradable e inteligente.

Lugh, dios del Sol, es ese tipo de hombre por el que todas suspiramos, si no fuera porque es orgulloso, dominante y rencoroso. Pero también es apasionado, extremadamente sexy, encantador, intenso, extremadamente sexy, cariñoso y por si no ha quedado claro extremadamente sexy.

Si a eso le añadimos a Quelo, un ventolín (el del asma no), que lleva años sin sexo y al cual le dominan sus ganas de comer, tenemos el pack completo.

He de advertir a todos aquellos que seáis menores de edad (no porque crea que no debéis leerlo, sino porque es mi deber advertirlo) que este libro contiene explícitas escenas de sexo, así que (modo voz de presentadora de televisión on) no lo leáis sin la autorización de vuestros padres (modo voz de presentadora de televisión off).

(Leedlo, jóvenes lecturiosos, que el sexo siempre es bueno. Yo no os he dicho esto)

Hacía tiempo que no leía una historia subidita de tono (la literatura juvenil está acabando con mis buenas costumbres) y gracias a Érika he recordado cuánto me gustan estas cochinadas, jejeje.

Ahora bien, os engañaría si os contara que no he encontrado cosas que no me han gustado. Quizás el punto más débil del libro es su previsible historia. sin embargo, ¿acaso no sabíamos todos/todas que Bella escogería a la Bestia desde el principio? ¿No era evidente que el príncipe encantado despertaría a Aurora de su profundo sueño? ¿No estaba claro que Kate se decantaría por Jack, a pesar de retozar (en numerosas ocasiones) con Swayer (modo friki-Lost off)?

Fallan ciertas expresiones demasiado modernas para la época en la que se ambienta el libro, que aunque justificadas por la capacidad de viajar en el tiempo de Xesa no acaban de convencerme.

También creo que se han desaprovechado algunos personajes. Sé muy bien que el libro trata de la historia romántica entre Xesa y Lugh, pero a mí, personalmente, me hubiera gustado tener un poquito más de otros personajes: un poquito más de los romanos, algo más de la historia del abuelo de Lugh,…

En definitiva, un libro con sus más y sus menos, pero que creo que puede hacer pasar un par de buenas tardes de lectura. Yo, definitivamente, pienso probar más de Érika, porque tengo fe en esta autora y en su forma de escribir.

Nota: 3,5/5

En fin, sabéis que esto de las reseñas es lo que más me cuesta, así que espero que no haya quedado muy mal (y más teniendo en cuenta que la estoy haciendo desde el trabajo, porque ¡¡hoy no tengo jefe!!).