Antichrista de Amélie Nothomb

Tengo que daros las gracias a todos aquellos que en vuestros IMM, reseñas y variados posts habéis recomendado a Amélie Nothomb, porque me ha cautivado.

Antichrista ha sido uno de esos libros que me ha llegado muy muy hondo, quizás porque me tocaba de cerca.

Blanche conoce a Christa en la Universidad de Bruselas. Ambas tienen dieciséis años, pero mientras Blanche es una adolescente solitaria, tímida, introvertida e insegura, Christa deslumbra por sus dotes de seducción y su tremendo descaro.

El encuentro de estas dos personalidades antagónicas podría haber propiciado una amistad duradera y, en cambio, se convierte en una pesadilla para Blance. Lo que en principio parecía amistad resulta ser el inicio de un doloroso camino de manipulación, abusos y humillaciones en el que Christa es verdugo y Blanche la víctima.

De la decepción al odio, de la admiración al desprecio, Blanche decide rebelarse, rompiendo así una destructiva inercia de dominio psicológico.

Estamos ante una novela cortita, que no tiene ni 150 páginas, pero que bien merece devorar cada una de ellas.

En Antichrista encontraremos pocos personajes y una trama sencilla e incluso algo previsible. Pero eso da igual. Hay veces en las que lo que importa son los personajes y no la historia, como en Lost (sabed que pienso mencionar esta serie siempre que pueda, ya que ahora que ha terminado estoy con depresión post-Lost).

Christa es ese tipo de chica con la que todos nos hemos topado alguna vez: segura de sí misma, bonita, con labia, inteligente. Una verdadera JEFA SECTARIA. Blanche, por otro lado es todo lo contrario a ella y no puede evitar caer bajo su embrujo sectario (no es que el libro tenga que ver con sectas, pero creo que define la situación bastante bien).

He de admitir que puede que Blanche no sea el tipo de personaje que caiga bien desde el principio, después de todo, ¿quién puede dejarse manipular de esa manera sin actuar para defenderse?

No sé vosotros, pero yo la entendí perfectamente.

Recuerdo cuando era (más) joven, que en mi grupo de amigas había una Antichrista (¿acaso no hay una en casi todos los grupos?). Era mala a más no poder, pero lo que tenía de mala, lo tenía de bonita y de encantadora. Era una jefa sectaria en MAYÚSCULAS. Y para mi desgracia, caí en su red.

Durante un tiempo jugó conmigo como quiso y me sometió a comentarios imposibles de soportar. Podría relataros cientos de cosas que me dijo que aun (de vez en cuando) revolotean por mi cabeza. Os dejo una de sus "preciosidades" para que os hagáis idea de su maldad:

Mis pantalones no te van a entrar.

Así parece una frase sin más. Os la contextualizo. Ella con su talla 38. Yo sufrí varios años de anorexia, y por aquel entonces pesaba unos 38-39 kilos y la talla 34 me quedaba flojita. Y ella, mi Antichrista, a pesar de conocer el estado de mi enfermedad osaba repetir esa frase, por lo menos 1 o 2 veces a la semana.

Sin embargo, yo que también tenía una pequeña jefa sectaria en mi interior, y aunque no era tan guapa (ahora sí, soy la chica más guapa del universo, o por lo menos eso dice mi abuela ;) ), conseguí que mucha gente de nuestro entorno abriese los ojos.

A mí, igual que a Blanche, me costó abrir los ojos, pero lo bueno de este tipo de situaciones es que una vez los abres, ni mil Antichristas pueden conseguir que los cierres.

Gracias a Nothomb por escribir un libro que me ha hecho recordar cosas que nunca debo olvidar y gracias por crear frases tan familiares que me han provocado dolor al recordar, pero alegría al verme ahora.

Y a vosotros, que habéis llegado hasta aquí, gracias por leer ésto, que parece más que una reseña, un truculento relato sobre mi vida.

Nota final: 5/5