Rubí de Kerstin Gier

Una reseña después de varios meses de “descanso” no está mal para empezar, ¿verdad?

Rubí es el libro que me trae de vuelta. Los libros que he ido leyendo los últimos meses me decepcionaban uno tras otro, quizás porque estaba quemada de tanta literatura juvenil o quizás porque he tenido mala suerte eligiéndolos. Sin embargo, Rubí me ha reenganchado a la lectura compulsiva.

Rubi

Kerstin Gier

En casa de Gwendolyn Sheperd nada ni nadie es del todo “normal”, empezando por su excéntrica (¡y cotilla!) tía abuela Maddy, que tiene extrañas visiones, pasando por Lucy, que se escapó de casa hace 17 años sin dejar rastro alguno... Y para acabar, también está Charlotte, su encantadora y (rabiosamente) perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo. Pero un increíble secreto está a punto de salir a la luz: la portadora del misterioso gen para viajar a través del tiempo no es Charlotte, ¡sino la propia Gwen! Ella es, en realidad, la duodécima (¡y la última!) viajera en el tiempo y se dice que cuando su sangre se una a la de los otros once viajeros, se cerrará el misterioso “Círculo de los doce”. Para obtener más información, Gwen deberá viajar al pasado y por suerte o por desgracia, no lo hará sola: la acompañará el undécimo viajero en el tiempo, el arrogante, atractivo y sarcástico Gideon, con quien va a vivir algo más que una peligrosa carrera a través del tiempo.

Si bien es cierto que en un principio no me sentía muy atraída por el libro, cuyo título me recordaba demasiado a una telenovela de principios de los noventa, (¿Cristal?, me preguntáis. No, Rubí.) una vez empecé a leerlo no pude cerrar los ojos ni para pestañear (sí estoy exagerando).
Sin adentrarme mucho en la temática del libro, por miedo a estropearos alguna sorpresa, os diré que Rubí trata de una joven que posee un gen que le permite le obliga a viajar en el tiempo. Esta joven, el Rubí, es la última de una casta de 12 viajeros del tiempo. Para controlar esos saltos se ve obligada a relacionarse con una logia secreta, entre cuyos miembros se encuentra el bomboncito de turno. Pero, cuidado, no os esperéis un libro de amor-amoroso (no os dejéis engañar por esa horrible leyenda en la contraportada: “Cruza las fronteras del tiempo y encuentra el verdadero amor”). Esto no es Crepúsculo (ainssss o intento de suspiro) ni es Temblor (argghhh, perdón, una arcada incontrolada). Este libro NO trata de una historia de amor (G-R-A-C-I-A-S). 
Este libro trata de...
¿Sabéis qué? No seré yo quien os lo desvele. 
Pero si os diré que si lo que os apetece es leer un libro que os atrape y os cuente una historia interesante (de las que escasean en algunos libros de literatura juvenil) no os arrepentiréis de leer Rubí, ya que encontraréis aventura, romance, misterios y un (apetecible) sofá.

Por cierto, poned especial atención al prólogo y al epílogo, porque son de traca (como la de los fuegos artificiales). 
Me gustaría poder resaltar algo malo del libro, pero no encuentro nada que sea tan horrible como para destacar. Puede que algún capítulo se me haya hecho demasiado largo. Pero lo prefiero a los libros con un número infinito de capítulos y que solo ocupan dos hojas. Incluso puede que algunos personajes resulten demasiado clichés, pero (y quizás se deba a que ya he leído Zafiro) no lo son tanto en realidad.
Rubí es tan sólo la introducción de una trilogía que promete revelar más de una (y más de dos) sorpresas. Zafiro, la segunda parte de la trilogía se puso a la venta el día 18 de febrero, y tras leerla, puedo deciros que la historia mejora notablemente.
Mejora tanto que ya quiero la tercera parte.

Fuente sinopsis: Lecturalia